Ecos de la provincia
Ibros.—Ahora que en todas partes
no se
oye hablar más que de moralidad y
buena administración,
pueden los aficionados tomar
como
modelo al Ayuntamiento de Ibros con
su
gestión de unos años a esta parte.
La casa capitular se está
hundiendo. Su
mobiliario es tan abundante y
confortable que
los concejales en la actualidad se
han visto
obligados a comprar sillas para no
tener que
celebrar las sesiones al estilo
árabe, esto es;
sentados en el Suelo.
Faltan los libros de contabilidad
municipal
desde el año 1892 al 97, cuyas
cuentas están
por rendir; se ignora el paradero
de tres láminas
intrasferibles que el Pósito
posee, cuyo valor
pasa de doce mil pesetas, y se
debe más de
cinco mil por atenciones
carcelarias. En fin,
¿qué tal será la situación del
Ayuntamiento?
cuando se le ha pedido al
gobernador de la provincia
que envíe un delegado especial que
se
entere de tanta anormidad y depure
las responsabilidades
que necesariamente han de surgir.
Fuente: El imparcial
4 diciembre 1898