lunes, 27 de julio de 2015

Canalizacion del Guadalimar,año 1851

Cortesia de El KIOSCO ROJO...de Ibros


CANALIZACION  DEL  GUADALIMAR

Insertamos con el mayor gusto el siguiente artículo
que al efecto se nos ha remitido, no pudiendo menos
al hacerlo, de celebrar que haya personas en nuestro
pais que dediquen su atención, sus estudios y sus
capitales a empresas de esta naturaleza, que son las
que han de dar de sí el desarrollo de que es suceptible
la gran riqueza que oculta en sus entrañas nuestro
suelo privilegiado, y que basta por sí sola para elevar
a España al mas alto grado de prosperidad y bienestar.
El gobierno debe favorecer en cuanto sea posible a
las empresas de esta naturaleza, y obrando así merecerá
por ello los elogios de la generalidad.

Dice así el artículo:

La Gaceta ha publicado hace pocos dias una real
orden concediendo provisionalmente a los señores Colomer.
Aguilera y consocios la facultad de abrir en la
provincia de Jaén, un canal de riego, alimentado con
las aguas del rio Guadalimar, que es uno de los primeros
afluyentes al Guadalquivir.
Dias hace que sabemos la buena acogida que ha tenido
en el pais este pensamiento, que tiene por objeto
el fertilizar las hermosas vegas que en la extension de
ocho leguas, forman la cuenca del Guadalimar, perte
necientes a las jurisdicciones de los pueblos de Rus,
Ibros, Lupion, Casas de Hurtado, Torre de Blasco Pedro,
Linares y Jabalquinto; tierras todas de pan llevar,
limpias, y de las mas excelente calidad, pero de
tan limitados rendimientos que apenas bastan á cubrir
en ciertos años las contribuciones que sobre ellas
pesan, mientras que la corriente perenne que las
cruza, va a perderse en el caudaloso Gualdalquivir,
sirviendo solo para que funcionen unos cuantos molinos
de escasa importancia, y muy de tarde en tarde,
para dar paso a la poca madera que se baja hasta Sevilla
procedente de la sierra de Segura.
Increíble parece que estando tan patentes la posibilidad
y las ventajas, y siendo tan pocos los derechos
creados, no se haya pensado hasta ahora seriamente
en explotar el gran desarrollo que pueden recibir la
agricultura y la industria en una comarca que a su
suelo feraz y benéfico clima, reúne los elementos para
llegar a competir con las mas ricas de la bella Andalu
cía, sí bien reconocemos que para acometer esta clase
de empresas, ademas de un crecido capital, se necesita
el profundo conocimiento de cuantas circunstancias
deben intuir en que los beneficios superen en
gran manera a los inconveniente, y una pérseverancia
mas eficaz que la inercia y rancias preocupaciones
que se arraigan en todos los países, en qué la propiedad
territorificamente se encuentra mal distribuida.
Los concesionarios del canal de que se trata han
vencido ya los primeros obstáculos, y desde el año pasado
tienen garantido el buen empleo del capital a invertir,
porque antes de empezar la concesión,escrituraron con los
propietarios de las tierras lindantes con el rio,
la  retribución del riego, obligándose
estos á ceder terrenos de igual cabida que los
que se les beneficien, ó a satisfacer un cánon anual
por cada cuerda del país, quedando la conservación
de las obras al cargo de la empresa. Esta, además se
ha procurado desde luego la adquisición de otras
fincas de valor, que serán regables, y mientras que
el expediente ha seguido, por las provincias de Sevilla,
Córdoba y Jaén, los trámites que marca la ley, se han
practicado, cuantas operaciones y trabajos  facultativos
exigía la presentación de un proyecto de todas
las obras del canal, en cuya formación ha entendido
el arquitecto don Antonino Sancho, haciendo algunos
dias que obran en el ministerio la memoria descriptiva
y los grandiosos planos que lo componen.
El estado en que se encuentra este negocio, la solidez
con que se ha entablado, las circunstancias que
concurren en las personas principalmente interesadas,
y la justa protección que hemos visto se le dispensa,
nos permite confiar que en breve lo veremos realizado,
si no surgen en su curso natural esas trabas y
entorpecimientos, que por desgracia, son tan frecuentes
entre nosotros, y que dan por fruto dilaciones
que entibian el mas ferviente afan y malogran los mas
laudables esfuerzos. Indicaremos , entre tanto, algunos
de los interesantes datos que hemos adquirido,
suficientes para dar una ligera idea del proyecto y
para que se reconozca toda su utilidad é importancia.
Según el trazado del canal, las tierras que se quiere
beneficiar, en los pueblos citados pertenecientes al par
tido  judicial de Baeza, componen una superficie regable
de 8300 fanegas ó aranzadas del marco de Castilla,
de las cuales hay situadas á la izquierda del rio unas
8250 y en la orilla derecha las 3230 restantes, necesitándose
para el riego de todas, según los periodos, las
diferentes clases de cultivo y la alta temperatura del
clima, 111 pies cúbicos de agua por segundo , caudal
mucho menor que el que se regula conduce el Guadalimar
en los veranos de mayor sequía.
El punto designado como mas ventajoso para la derivación,
por la altura que se gana, evitando el construir
una presa costosa, es el salto llamado de los Escuderos,
que se halla en el término de Rus a unas
siete leguas del Guadalquivir, y desde allí debe dirigirse
el canal por la izquierda del río, ceñido a las laderas
y siguiendo casi paralelamente sus inflexiones
hasta salir a la parte mas elevada de la hermosa Vega de
Corralrubio en la cual, á poco mas de dos leguas de su
origen, tiene que dividirse el cauce en dos acequias o
ramales que vendrán a tener cada uno la longitud de
otras cinco leguas. El de mayor dotación debe continuar
por la orilla izquierda, dominando á todas la vegas
que se encuentran hasta llegar al cortijo de Hortichuela,
junto al cual desaguará en el Guadalquivir; y el
menor, destinado á dar el riego á las tierras situadas en
la derecha del Guadalimar, debe dirigirse desde el punto
de la partición á cruzar, el rio por Puente Quebrada,
restaurándose esta obra convertida en un acueducto
sifón, para que aquel siga luego por los términos de
Linares y de Jabalquinto hasta morir en el arroyo Gorgogil,
á muy corta distancia del puente colgante de
Mengibar.
Aunque son muchas la obras de fábrica que se necesitan,
y de alguna entidad los acueductos que se han
de construir en las dos primeras leguas, ademas de
haber de salvarse subterráneamente ciertos puntos en
que las laderas son de dificil acceso, se gradúa la duración
de los trabajos en poco mas de tres años, con
probabilidad de que en el segundo puedan ya establecerse
algunos riegos, y según el presupuesto detallado
del proyecto su total coste no ascenderá á 7.500,000
reales, inclusas las indemnizaciones por la expropiación.
Clasificadas las tierras en su actual estado, representan,
consideradas en venta, un capital de 3.869,900 reales,
y sus rendimientos unos años con otros pueden
graduarse en 160.000 reales,, que equivalen en corta
diferencia, al 4 por 100; pero estas mismas tierras,
una vez convertidas en regadío, por muy lentos que
sean los adelantos, y por mas que se haya de aplicarles
el gran valor que tienen las de las huertas de Aragón,
Valencia y Cataluña, deben valer en breve seis ó
siete veces mas de lo que valen y ser muy suscepti-
bles dé producir cuando menos el 6 por 100 del capital
que representen, en cuyos conceptos, las 8,500 fanegas regables
pueden apreciarse en 27.094,000reales,
y sus productos en 1.635,640 reales. Resultando que la riqueza
territorial de la comarca aumentaría en la con-
siderable suma de mas de 23.000,000 de reales.
Las pendientes adoptadas para el canal y sus dos
ramales, combinadas con los accidentes y fuertes inclinaciones
del terreno, determinan un gran número de
saltos para el establecimiento de fábricas y molinos favorablemente
situados, que podrian utilizar una total
fuerza motriz equivalente á unos 300. caballos de vapor,
circunstancia que contribuiría a colonizar, y abrirá
un vasto campo para la industria y la especulación, satisfaciendo
muchas de las necesidades que se sienten
en la provincia.
Siendo tan palpables los beneficios que se reportaran
con la realización de este proyecto, no presumimos le
sirvan de contrariedad las observaciones mas ó menos
fundadas y hechas con el mejor celo por las autoridades
de Córdoba, y la fútil oposición de algun usufructuario
de las aguas de Guadalquivir, induciéndonos á creerlo
asi el expresar la real orden de la concesión provisional
que ha de entenderse con la reserva de lo que se
determine sobre las dos cuestiones de si el caudal que
se quiere absorber del Guadalimar podría hacer falta
para que el Guadalquivir sea navegable, y si se lastimarán
los intereses de otros regantes ó industriales.
Encomendada ya la aclaración de ambas cuestiones
á la dirección general de obras públicas , y á su junta
consultiva, no pretendemos en manera alguna prejuzgar
 pero seamos lícito distinguir que si abstractamente
consideradas tienen las dos el sello de facultativas
la segunda en el caso de que se trata, es en nuestro
modo de ver, de puro derecho y en si misma lleva
la solución, porque los riegos que se intentan son para
las ultimas tierras que baña el Guadalimar, aunque
existiesen otros ya establecidos en la orilla del Guadalquivir,
lo cual no se verifica, que sepamos, en muchas
leguas, era preciso que fueran muy vastos para
que no alcanzasen á alimentarlos  el primitivo caudal
de este rio y el de los infinitos que le son afluentes,
hasta desaguar en el Océano, y aun en el caso extremo
de que en efecto apareciesen perjudicados, si por
concesiones anteriores no consta que las aguas ,del
Guadalimar les hayan sido adjudicadas, no ha lugar
 la duda de si sus dueños naturales pueden aspirar á su
aprovechamiento.
Concluiremos, a fuer de imparciales, felicitando al
señor Reinoso por haber fijado su atención en este
asunto . prometiéndonos verlo pronto definitivamente
terminado del modo que mejor concilie lodos los intereses.

Fuente: El Heraldo


27 diciembre 1851