jueves, 25 de julio de 2013

MINUTOS DE SILENCIO, por EDUARDO SOTILLOS

Cortesia de El KIOSCO ROJO...de Ibros

Nuestro más sincero pesame y solidaridad con las victimas del accidente ferroviario  en Santiago de Compostela



MINUTOS DE SILENCIO



No es día para gritos ni para mezquindades. Una losa de abatimiento, de dolor, sepulta hoy cualquier otro sentimiento y cualquier otra urgencia. No importa tanto la declaración de un luto oficial, como la mirada a nuestra propia conciencia para examinar si aún conservamos el signo de compasión hacia el que sufre una tragedia. Todavía se buscan cuerpos y se lucha contra reloj para salvar una vida. Nada puede conturbar ese esfuerzo. Los miles de ciudadanos que acudieron a donar su sangre, los trabajadores públicos que no han tenido un minuto de descanso, son el símbolo de un pueblo que no está adormecido, poseedores de unos valores que son parte esencial de los rasgos mayoritarios en la sociedad española. Sin distinción de lenguas, ideologías o estatus social.
Hoy, cientos de familias llaman a los teléfonos de urgencia buscando un nombre y sobre todo una esperanza. Viven pendientes de un informe médico. Necesitan respeto, sobre todo respeto. Que no se franquee la línea sutil que separa la imprescindible información del morbo y el espectáculo. Que no haya declaraciones grandilocuentes, ni mensajes inculpatorios o exculpatorios. No es el tiempo.

Hoy, a nadie puede importarle demasiado este comentario. Los dedos se resisten a buscar palabras en el teclado. Y el cerebro está colapsado ante los testimonios personales de quienes están sufriendo en propia carne y alma la tragedia. 

Silencio, pues.

Eduardo Sotillos

TAL DIA COMO HOY, 25 DE JULIO

Cortesia de El KIOSCO ROJO...de Ibros

Sentencia de muerte a Mata Hari

Su nombre, Margaretha Geertruida Zelle, más conocida como Mata Hari, fue sentenciada a muerte en Francia por espiar en nombre de Alemania.

 
Su nombre, Margaretha Geertruida Zelle, más conocida como Mata Hari, fue sentenciada a muerte en Francia por espiar en nombre de Alemania. En 1905 viajó a París; allí encontró la fama como actriz de bailes exóticos de inspiración India. Solía decir que tenía orígenes orientales y sin embargo nació en un pueblo pequeño de Holanda.

Su éxito fue incuestionable: llenó los salones de baile desde Rusia a América, sobre todo por su disposición para bailar casi desnuda en público. También fue una cortesana famosa. Al comienzo de la Primera Guerra Mundial su catálogo de amantes ya incluía una alta clasificación jerárquica de funcionarios franceses.

En 1917, fue arrestada por espionaje y, declarada culpable, fue fusilada. Sin embargo, actualmente no existen pruebas que muestren la culpabilidad de Mata Hari.